INTRODUCCIÓN
Es
posible que no sea del todo exacto incluir a la desobediencia como una
influencia causal independiente en nuestro fracaso para crecer en madurez, ya
que está implícita en todas las demás.
La
enumeramos, entonces, como un resumen genérico de todas las demás. Si bien
hemos considerado un número de razones por las que los cristianos a veces
descuidan el estudio de la teología, existen al mismo tiempo varias razones
positivas importantes para embarcarnos en dicho estudio. Es imperativo que
superemos cualquier tipo de obstáculos que se interpongan en nuestro camino
mientras perseguimos diligentemente un entendimiento teológico en más
profundidad.
La teología alimenta al alma. Para
que el alma de una persona se inflame con la pasión por el Dios vivo, la mente de esa persona
debe informarse primero sobre el
carácter y la voluntad de Dios. No puede haber nada en el corazón que antes no haya estado en
la mente. Aunque es posible tener
una teología en la mente sin que ella nos traspase el alma, no puede traspasarnos el alma si
antes no la aceptamos con la mente.
El
entendimiento intelectual de la doctrina es una condición necesaria para el
crecimiento espiritual. Sin embargo, no es una condición suficiente para dicho
crecimiento. Una condición necesaria es una condición que debe estar presente
para que un resultado buscado tenga lugar. Sin ella, el resultado sería
imposible.
Por
ejemplo, el oxígeno es una condición necesaria para que haya fuego. Sin
embargo, la simple presencia de oxígeno no es suficiente para garantizarnos que
se produzca un fuego. Esto es una suerte para nosotros, ya que de lo contrario
el mundo estaría en llamas si el oxígeno automáticamente produjera fuego. El
oxígeno es por lo tanto necesario para producir fuego, pero en sí mismo no es
suficiente para producir fuego. Del mismo modo que el oxígeno es necesario pero
no alcanza con su presencia para prender un fuego, así también la doctrina es
necesaria pero no suficiente para encender un fuego en nuestros corazones. Sin
la operación de la gracia del Espíritu Santo en nuestros corazones, la sola
presencia de la doctrina nos dejará helados, no importa cuán buena sea esta
doctrina.
Dios nos manda a ser diligentes en el estudio. La
segunda razón positiva para buscar un conocimiento de la teología es que Dios, que es el tema central de la teología,
nos manda progresar en el
entendimiento doctrinal. Debemos seguir
la exhortación de Pablo de "dejar lo que era de niño" (1
Corintios 13:11) para poder
seguir adelante hacia la meta del entendimiento cristiano. Con respecto a la malicia debemos ser como bebés,
pero con respecto al
entendimiento debemos buscar alcanzar la
madurez de un adulto (l Corintios
14:20). No haremos esto para convertirnos
en arrogantes y estar orgullosos de nuestro propio conocimiento, sino para crecer en la gracia. Un entendimiento maduro es el fundamento para una
vida madura.
Crecer
en el conocimiento de Dios es un gran gozo y un privilegio. Es algo que nos
encanta. Pero es algo más que un privilegio; es también un deber. Dios nos
manda crecer en la plenitud de Cristo. Consideremos el Shema del Israel del
Antiguo Testamento:
Oye,
Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tú Dios de todo
tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo
te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás
de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando
te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán
como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y
en tus puertas (Deuteronomio 6:4-9).
En
el corazón de este mandamiento sagrado está el deber solemne de aprender la ley
de Dios, de dominar su revelación. No se trata de una empresa alegre e
informal. Dominar la Palabra de Dios es sumergirse profundamente en el estudio
de la teología.
Debemos
recordar al lector que es posible tener una teología buena sin tener una vida
buena. Pero no es posible tener una vida buena si no contamos con una teología
buena. En este sentido, la teología debe ser vista como una ciencia abstracta.
Se trata de un asunto de vida o muerte, de un asunto de vida eterna o muerte
eterna. La intención de este estudio es ser una guía de viaje para recorrer los
temas de vida o muerte que aparecen en el paisaje teológico.