LA ESPERANZA

INTRODUCCIÓN

"Tenemos la esperanza" de que sucedan muchas cosas en este mundo. Tenemos la esperanza de que nos den un aumento de salario. Tenemos la esperanza de que nuestro equipo favorito salga campeón. Este tipo de esperanza está expresando nuestros deseos personales para el futuro. Tenemos esperanza con respecto a las cosas que son inciertas. No sabemos si nuestros deseos se cumplirán, pero tenemos la esperanza de que sí se realizaran.
Cuando la Biblia nos habla de esperanza, sin embargo, tiene algo diferente en mente. La esperanza bíblica es una convicción firme de que las promesas de Dios sobre el futuro se cumplirán.
La esperanza no es una mera proyección, sino una certeza de lo que sucederá es la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo" (Hebreos 6:19).
La esperanza, juntamente con la fe y el amor, es una de las virtudes cristianas que el apóstol Pablo presenta en 1 Corintios 13:13. La esperanza es la fe dirigida hacia el futuro.
La Biblia utiliza la esperanza de dos maneras. El uso menos frecuente apunta hacia el objeto de nuestra esperanza. Cristo es nuestra esperanza de vida eterna. El uso más común es como una actitud de certeza con respecto al cumplimiento de las promesas de Dios. Al cristiano se lo llama a tener esperanza, es decir, a tener la plena certeza de la resurrección del pueblo de Dios y de la venida del reino de Dios. La esperanza está inextricablemente unida a la escatología.
Pablo le recuerda a los cristianos que hasta que el reino llegue a su plenitud, los creyentes solo pueden tener la certeza de su esperanza; "porque por fe andamos, no por vista" (2 Corintios 5:7). Esta esperanza tiene un fundamento y una base. Aunque la vida del cristiano está marcada más por el sufrimiento que por el triunfo (l Corintios 4:8-13; 2 Corintios 4:7-18), el fundamento de la esperanza está en la Deidad.
EN PRIMER lugar, el creyente tiene la vista puesta sobre la muerte y la resurrección de Cristo. Su muerte fue la hora más oscura para sus discípulos. El Mesías prometido había muerto, su reino aparentemente había fracasado. Con la resurrección, esta desesperación se convirtió en esperanza. Junto con el sufrimiento, grande o pequeño, la esperanza del cristiano debe prevalecer. Dios es fiel y siempre nos bastará.
EN SEGUNDO lugar, el creyente ha recibido al Espíritu Santo como una primera entrega del reino. Su presencia nos asegura que el reino se consumará plenamente. El Espíritu no es solamente un signo de la esperanza, sino el sustentador de la esperanza. Cumple con el papel de Consolador, revistiendo al creyente con fuerza y esperanza. Es el Espíritu quien le da al creyente el ánimo para orar al Padre: "Venga tu reino".
RESUMEN
1. La esperanza bíblica es un asunto relacionado con la certeza no con el deseo.
2. La esperanza es una virtud, no una debilidad.
3. La fe es la confianza en lo que Dios ya ha realizado. La esperanza es la confianza en las promesas de Dios para el futuro.
4. La resurrección de Cristo nos da la esperanza en medio del sufrimiento.
5. El Espíritu Santo, el Consolador, nos da esperanza. Su presencia es nuestra garantía de la venida del reino de Dios.
PASAJES BÍBLICOS PARA LA REFLEXIÓN

Job 13:15, Romanos 5:1-5, Romanos 8:18-25, Tito 2:11-14, 1 Juan 3:1-3.